23/9/09

Blog de Dana

Asco de insti:
Hay gente tan superficial y materialista, por no decir que son unos snobs de mierda.
Mi nombre es Dana y escribo para desahogarme.

Por 6tº año consecutivo tengo que volver al asqueroso instituto elitista "Olympus High School", para hacer mi último curso aquí, 2ndº de bachillerato.
El problema: todo es demasiado... ¡perfecto!
Somos como clones, todas hacemos gimnasia rítmica, tocamos un instrumento y somos digamos de la "nobleza" (parientes lejanos de personas importantes, personas que han heredado un valor económico elevado,... En fin, gente asquerosamente rica)
Y si fuera poco, encima vamos con unos uniformes del año de la cachipum. Éstos están compuestos, por una falda negra y roja a cuadros que nos llega por encima de las rodillas, zapatos de cuero negros, calcetines obviamente también negros, camisa blanca y chaleco con el escudo "Olympus High School".
La suerte (si se le puede llamar así) es que te dejan llevar el chaleco como quieras, es decir, que lo puedes tener del color, del tacto y del modelo que sea.
Yo personalmente los llevo, muy extremos; de tejido pelfado de tigre, de colores muy chillones o de formas hipnotizantes.
Esto me hace pensar en unos de mis lemas:
"El confort y tus gustos antes que la moda".

Los profesores, son momias, te aseguro que han salido del libro de historia en el apartado de los prehistóricos. Tienen unos 50 o 60, son de belleza poco agraciada (son calvos, o van por el camino; van con camisas que realmente, yo que no soy ningún prototipo de la moda, encuentro que son del siglo pasado. Ésto los hombres, las profesoras van con vestidos de flores que han sacado la tienda de "¡Quieres comprarte algo cutre, corre nos lo quitan de las manos!").

La gente del insti básicamente trata de hacerse (vomitivamente) popular.
¡Como si eso fuera lo mas importante! Para encajar no has de ser una mierda de persona.
Porque digo esto, fácil, tengo que hablar de grupo de imbéciles métete en todo, en el que está mi mejor amiga Anne. Aunque me duela decirlo ella es una de las "Cools" (así se hacen llamar), sinceramente no sé ni porqué sigo siendo su mejor amiga, puede que como nos conocemos desde hace tantos años me haga pena dejarla entre esas fieras putillas a las que considera amigas, en todo caso he de decir que en el fondo (pero muuuy en el fondo) la quiero como ha una hermana.

Anne es muy buena chica con la gente a la que considera amigos, es divertida (con sus tonterías hace reír a cualquiera que la vea), es estudiosa, guapa (tiene una belleza apta para ser una estúpida "Cool), ... Pero por el contrario es bastante cabezota, pija, muy pero que muy habladora y burra en algunos aspectos (os imagináis a los que me refiero, ¿no?).

Por fin, cuando puedo salir de el infierno, voy a mi dulce y adorable hogar. Jajaja
¡Si hombre! Adorable era antes de que mamá muriera al tener a mi hermano, porque ahora todo a cambiado, mi padre se a vuelto ciego. Tranquilos, no lo digo en sentido literal lo digo en sentido figurado; al morir mi madre mi encantador papá cayó en una profunda depresión de la cual yo intenté sacarle. Todo iba bien hasta que apareció ella, "Carla", mi padre como he dicho antes se cegó con su fantástica y falsa belleza. Mi madrastra (como me obliga ha decir papá) es como en la película de Cenicienta mala, mala; pero por el contrario no llevó consigo a dos horrorosas hermanastras sinó, a un pequeño chiuaua mimado al que odio con toda mi alma la "Pai".

El objetivo de Carla es quedarse con la herencia que hace tiempo que pasa de generación en generación, pero obviamente, papá no lo ve. Mi heroe de la infancia a cambiado un montón, ahora solo pasa tiempo para complacer a mi madrastra, triste, ¿verdad?
Pero no todo es malo en casa, porque adoro a mi pequeño hermano, se llama Sagar, es rubio con los ojos azules y tiene tres años. Yo le cuido como si fuera su madre (el día en que, Carla intente educar a Sagar, le meto un guantazo que la dejo inconsciente para el resto de su vida, a mi niño no se le toca) y como que papá casi no lo ve, porque trabaja mucho, Eduardo el encantador criado de la casa hace de padre para él.
Bendito sea el día en que mamá, tuvo a mi hermano pequeño antes de que el cáncer acabara con ella y también le debo las gracias a mamá por haber contratado a mi segundo padre, Eduardo.

Una cabeza de rizos rubios y ojos azules se está asomando por la puerta, mientras yo escribo en el diario...

-¿Tú, jugar conmigo?- mi pequeño indio me reclama, lo siento mañana voy a continuar desahogándome.

¡Adiós, besos!